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Hoy en aquellos minutos destinados al cigarrito mañanero huí con mi publirrelacionista a hacer el resumen del largísimo tiempo que pasó sin vernos . En fin, el punto es que se puso a hablar de los Torten, de que si lo mejor de Viena son los antros, etc… yo me acordé del Westbahnhof, de los born again christians, de la vez que conocí a JJ, pero más mas aún, recordé que en casa de Simmone había una báscula a la que me subí y decía 59Kg Omaygad!! Corrí y le dije –está bien eso, me lo juras?!! Y cual escuincla con juguete nuevo empecé a brincar, era mi propio comercial de visa: boleto abierto a Europa, €600, Fidelio en la Opernhaus €80, Fidelio en la Opernhaus cortesía de JJ €10 (jiji), bajar de peso innvoluntariamente... es una de esas cosas que el dinero no puede comprar!!!

Mucho antes del cigarro mañanero y aun en casa, quise ponerme una camisa hermosa de esas que según Víctor Mario son tetérrimas y solo las abogadas mochas usan (pero que a mi me encantan) y madres! El boton de mi amplio frente no cerró, extrañé tanto el Wienzeit y sin querer queriendo el PR me lo vino a recordar. Tal vez la solución sea que en estas vacaciones me de una escapadita por aquellos lares... y que además deje de pasearme por la vida con hambre de vikingo y sed de cosaco.