martes, noviembre 11

jopé

No vaya usted a pensar que todo es malo... ya se que el post anterior sonó un poco meláncolico y deprimente, pero es que las hormonas también influyeron, así que fino lector, le digo que no se fíe de lo ya escrito porque estaba en el clímax de mi ciclo hormonal.

Después de hacer lo pertinente en Berlín, de ir de monumento en monumento, de museo en mueseo, de fiesta en fiesta, de bar en bar y de cumpleaños en cumpleaños, fue tiempo de ir donde mi -Roci, Ra y el sinnombre que seguramente será Samuel... ya verán. De una u otra forma también cambiaron, pero siento que para bien, hay como evolución de todo, incluso mía.

Jesús papá dice que ahora soy más alta, y además todos me preguntan, ¿cómo está el bebé? ¿cómo está el ingeniero?, ¿tú cuándo te casas? y yo, yo solo soy feliz respondiendo que prontito va a ser su cumpleaños, que estoy súper enamorada de mi ingeniero anti fashion, que a lo mejor en una de esas me caso, pero que al momento mi vida es increible, que soy más feliz que nunca, porque tengo todo los que podría soñar... hasta kilos extra, oleee.