jueves, diciembre 7

Azul Rey

Tenía que llegar a casa, es lo único que recuerdo.

Estábamos sentados frente a frente cuando apareció un hombre cargando un violín, dijo tenía un taxi y se ofreció a llevarnos a casa.


Cuando llegamos también entró como si fuera suya y se fue directo al patio a tocar el violín, y aunque a decir verdad, no tenía la más mínima idea de lo que estaba pasando, su presencia no me inspiró temor alguno. Adentro estaba Juan con su sudadera roja, nos esperaba para charlar y tomar un poco de vino, creo que le dió gusto reencontrarse con Martin porque hablaban de los tantísimos años que pasaron sin verse y de lo raro que resultaba estar compartiendo la mesa de nueva oacasión, se decían que no habían cambiado desde esa vez que el tráfico en 5 de Mayo nos hizo llegar un poco tarde, solo él un poco mas delgado.

Hacíamos planes pa'l domingo y así sin mas nos percatamos de que ya no había música, nuestro anciano no hacía mas que voltear al cielo, lo miraba fijamente, volteé y le dije al güero -este cabrón ya tiene mucho tiempo aquí y no le veo ánimos de irse, él me respondió -tranquila, en un rato me voy y me lo llevo.

Minutos después el anciano se acercó a donde estábamos y me dijo -tu aura es azul rey.